jueves, 19 de mayo de 2011

10 Titulares que leeremos en Mayo en la prensa local

Desde hace tiempo sigo un blog de sátira política y humor llamado Mi mesa cojea, de José Antonio Pérez.


Desde siempre, una de las secciones que más me ha gustado, y evidentemente, más gracia me ha hecho, es la que el denomina "Titulares" , donde en clave de humor, nos regala 10 titulares de prensa ficticios pero llenos ironía, y, porqué no decirlo, un poquito de mala baba.


Evidentemente, no tengo ni la décima parte de "arte" que José A. Pérez escribiendo, pero ahí va mi humilde homenaje con estos 10 Titulares que podríamos haber leído en Mayo  en la prensa local:


  1. Unión Cordobesa propone cambiar todas las imágenes de S. Rafael por otras de Sandokán vestido como el Power Ranger rosa . La iglesia, indignada, protesta: "para falsos ídolos ya están los nuestros"
  2. El PP decide incluir a un científico de reconocido prestigio en sus listas. Tras la bajada de intención de voto, piden perdón por el error y deciden volver a cambiarlo por una modelo.
  3. El PSOE propone un tranvía elevado que una la Mezquita (antes Catedral) con Medina Azahara: "el número de pernotasiones aumentaría en un 2%", aseveran.
  4. IU presenta su nueva lista electoral: "esta vez, además de políticos hemos incluido alguna persona".
  5. Algunos cofrades introducen una imagen en la Mezquita (antes Catedral) mediante el sistema del Santo Butrón. Fuentes consultadas afirman que en realidad se trata de la primera clase práctica de la nueva escuela de costaleros de Córdoba. "Total, ya iban a hacer la puerta esa, ¿no? pos así vamos ganando tiempo" - explica uno de los implicados.
  6. El Córdoba C.F. sale a subasta en e-bay.
  7. El ayuntamiento solicita a la UNESCO que declare patrimonio de la humanidad los peroles de San Rafael.
  8. Inauguran la maqueta virtual del modelo de la idea del futuro Palacio del Sur.
  9. Presentado un proyecto del nuevo Centro de Interpretación de Parcelas Ilegales (C.I.P.I.) de Medina Azahara. “Ha sido costoso, pero entendemos que no hay que escatimar esfuerzos en promover la cultura cordobesa”, comenta un político que pasaba por allí para salir en la foto.
  10. La ampliación del aeropuerto contará también con un embarcadero, un puerto deportivo y un depósito de submarinos.

martes, 8 de marzo de 2011

Jornadas y cancamusa

¿Qué tendrán que ver unas jornadas de rol y la cancamusa, cabría preguntarse? Pues, en condiciones normales, no deberían tener nada que ver, pero no siempre es así. De hecho, en muchas ocasiones, demasiadas, la cancamusa lo es todo, lo impregna todo en una jornadas.


Partimos de la base de que la gente que monta unas jornadas en cualquiera de sus distintos formatos (rol en vivo, rol en mesa, wargames, JCCs, convivencias lúdicas) son gente normal y corriente. Aficionados, en el mejor sentido de la palabra: personas desprendidas y altruistas que dedican de forma voluntaria su tiempo, su esfuerzo y su dinero a organizar un evento que tiene (o debería tener, aunque a eso llegaremos más adelante) como único objetivo celebrar su afición con personas que tienen los mismos (o similares) intereses. La meta puede resumirse en una palabra: diversión. Pura y llanamente.


Y esto no significa que no se tomen en serio lo que hacen, todo lo contrario. Intentan con todas sus fuerzas que su actividad salga lo mejor posible, derrochando esfuerzo, ilusión y trabajo duro por el camino, pero sin perder de vista la meta final: que la gente que participe, y ellos mismos, lo pasen bien.


El problema viene cuando, entre esa gente normal y maravillosa se cuela el malo de este artículo: el cancamusero. El cancamusero es ese personajillo triste y miserable que ha hecho de su afición, de su interés, de su frikismo, su razón vital. El cancamusero no quiere organizar las jornadas porque es divertido, o porque es una forma de conocer gente que tiene los mismos gustos que tú. Él quiere profesionalizar las jornadas. Quiere que sean “referente nacional”, que aparezcan reseñadas como “el evento friki del año” en el fanzine de otro cancamusero de Alpedrete que conoce, al que leen al menos 7 personas, sin contar a su madre y a su hermana por supuesto.


El cancamusero busca, en definitiva, reconocimiento. Necesita que la gente hable de sus jornadas (no, ya no son vuestras, son suyas) y de él mismo, que cuando acuda a otros eventos similares, la gente le reconozca y le alabe. Necesita, anhela, sobre cualquier otra cosa, ese status en el mundillo rolero que le dé aquello que no tiene en día a día habitual: notoriedad.


Porque, reconozcámoslo, el cancamusero tiene una vida cotidiana triste, gris y anodina, y se pasa el día fantaseando con situaciones como la siguiente:


“- “Tiiiiiio!! eres el que montaba aquellas jornadas tan fetén de “El nido del Castor cojo” en Cerrezuelo de la Herradura!!!”.

- “Bueno...sí.” - responde el cancamusero, a punto de sufrir un shock anafiláctico por la subida de orgullo y autoestima. “La verdad es que sin mi guía y el trabajo incesante de mi equipo, no hubieran estado a la altura. Menos mal que estábamos allí para sacarles las castañas del fuego al resto...Pero no le des tanta importancia: lo hago por los pequeños frikis como tú” - sentencia, sonriendo condescendiente mientras encamina lentamente sus pasos a la puesta de sol, mientras la música de “La misión” suena de fondo...”


En realidad el cancamuserismo debe entenderse como una enfermedad, una especie de disociación de la realidad que hace al que la sufre perder la noción entre lo que hace, y el alcance real de sus acciones. Aquellos aquejados de cancamuserismo pierden el norte y ya no preparan eventos para divertirse, para echar un rato con los colegas. No. El cancamusero, en su mente, se ve como un organizador nato, el gran Gurú de los Juegos del Rol y los Eventos Lúdicos, el sinpar Enrique Dans del frikismo... y tiene la responsabilidad ética y moral de compartir ese místico don con el resto de los humildes mortales a los que nos ha sido concedida la gracia de cohabitar con él en este plano de existencia.


El problema del cancamuserismo es que es contagioso. Al igual que sucede con el “campo de distorsión de la realidad de Jobs”, mucha gente que rodea al cancamusero empieza a creer que la única verdad posible es la que el predica, y que es su deber ayudarle a realizar su sagrada cruzada de parir alucinantes eventos que regalar al mundo. Y ahí empiezan los problemas. No hay nada peor para unas jornadas que un cancamusero con seguidores. Si el cancamusero cuenta con el suficiente apoyo, se acabó la diversión: empieza “La chaqueta metálica” versión D&D. Malos rollos, mosqueos, paranoia... Creedme, si detectáis un cancamusero en vuestras jornadas, tenéis dos alternativas: largarlo rápido, para evitar que la infección se extienda, o largaros vosotros y disfrutar de algo que vosotros tenéis y él no: una vida más allá de los fanzines roleros de Alpedrete, y las convenciones lúdico-festivas de Somormujos de la Sierra.